Frascuelo es, está y anda en torero. Llena la plaza, toreando hasta sin torear. En el cite, en el paso, en la colocación. Se cree y se siente torero, y lo transmite. Desprende torería, un sabor añejo. En él hay muchas cosas del Antoñete reaparecido de los ochenta. O al menos nos las recuerda en pasajes, en el manejo de las distancias, en detalles. Aquel Chenel, pletórico de valor y sitio, irrepetible.
De la crónica Ser, estar y andar en torero de Vicente Zabala de la Serna publicada en el diario ABC el 4 de Agosto de 2002.Foto: Manon